Opel Flextreme
Es el escaparate para “E-Flex”, la idea más reciente de la subsidiaria europea de GM acerca de cómo podría su gigantesca inversión en pilas de combustible y propulsión eléctrica conducir, finalmente, a la fabricación de automóviles reales para gente real. El principio central de “E-Flex” es la propulsión eléctrica, cuyo detalle inteligente es que hay muchas y posibles fuentes de electricidad disponibles. En el Flextreme, este coche de aspecto extraordinario, la fuente es un pequeño motor diésel vinculado a un generador (no a las ruedas). Se supone que consume apenas 1,5 litros cada 100 km y emite 40g/km de CO2. Los Segways del maletero pueden ser una fantasía, pero la idea diesel-eléctrica no lo es: se ha utilizado en sistemas de propulsión diesel durante décadas.
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